Madagascar es la isla más grande de África, y la cuarta isla más grande del mundo. Hace millones de años se separó del continente africano al cual estaba unido. Al quedar aislada, muchas especies evolucionaron de una manera independiente, de forma que actualmente el 80% de las especies de Madagascar son endémicas. Entre la fauna endémica de la isla destacan los lémures, con unas 100 especies distribuidas por toda la isla. La tala ilegal y la creación de áreas para el cultivo han provocado la desaparición de gran cantidad de bosques. La deforestación es uno de los grandes problemas ambientales del país.
Para cualquier fotógrafo amante de la naturaleza y de la fauna salvaje, es un destino ideal. Tiene una variedad enorme de especies, y la mayoría no las puedes ver en ninguna otra parte del mundo. Además la fauna no es complicada de fotografiar gracias a los fantásticos guías que hay en los parques localizando animales. Para mí es uno de los mejores países del mundo para un fotógrafo de fauna.
En el este del país tenemos la zona más húmeda, y es donde encontramos los parques de selva. La isla recibe su lluvia desde el Océano Índico por el este, en cambio el oeste y sur del país son mucho más secos. Te recomiendo algunos lugares que puedes visitar si viajas a Madagascar.
El Parque Nacional de Andasibe-Mantadia es uno de los parques más visitados. La razón es su fauna y su fácil acceso, además de encontrarse cerca de Antananarivo. Este parque está formado principalmente por bosque primario. Destacan las Reservas de Analamazoatra y de Mitsinjo. Entre las 11 especies de lémures que habitan en el parque, la estrella es el Indri (Indri indri), que es el lémur más grande de todo Madagascar. Hay un número importante de ejemplares en este parque, y es todo un espectáculo escuchar sus gritos en la selva. También destaca el sifaca diadema (Propithecus diadema), otro lémur de gran tamaño, y con bonitos colores blancos, negros, grises y naranjas. Es maravilloso verlos saltar de árbol en árbol.
Otro parque de selva que no me perdería de ninguna manera es el Parque Nacional de Ranomafana. Esta selva tropical, al igual que otras selvas como las de Andasibe-Mantadia, tiene una enorme biodiversidad. Podemos encontrar muchas especies diferentes de ranas, geckos, camaleones e insectos. En Madagascar habitan aproximadamente la mitad de todas las especies de camaleones del mundo.
En Ranomafana podremos fotografiar algunos de los animales más sorprendentes e icónicos del país, como son el escarabajo jirafa (Trachelophorus giraffa), el gecko cola de hoja satánico (Uroplatus phantasticus), la rana Mantella baroni, o el camaleón de Parson (Calumma parsonii) que es el más grande del mundo. Estos animales también se pueden fotografiar en Andasibe-Mantadia.
A poca distancia de Ranomafana se encuentra la Reserva de Anja, un lugar inigualable para fotografiar a los grupos de lémures de cola anillada (Lemur catta). Son numerosos y muy fáciles de fotografiar. Se dejan acercar mucho, de manera que se les pueden hacer fotos hasta con un gran angular, ya que aparte de subirse a los árboles, también se mueven mucho caminando por el suelo.
Otro famoso lugar muy visitado por los turistas es la avenida de los baobabs, que destaca como os podéis imaginar por su paisaje de cientos de enormes baobas. Madagascar contiene seis especies endémicas de baobabs. Es una zona seca que se encuentra al oeste de la isla. Para llegar en coche desde Antananarivo necesitaríamos muchas horas de viaje. Se recomienda ir en un vuelo hasta Morondava, ciudad cercana a la avenida de los baobabs. Si tienes pensado visitar también el parque de Ranomafana, a la vuelta de la avenida de los baobabs puedes ir en coche hasta Antsirabe, pasar la noche, y salir al día siguiente hasta Ranomafana.
Una opción desde la avenida de los baobabs es ir a la reserva de Kirindy. Este bosque seco es un lugar menos visitado, pero merece la pena dedicarle una noche para tener la oportunidad de contemplar a la fosa, el mayor depredador carnívoro de la isla. Además puedes fotografiar varias especies de lémures tanto diurnos como nocturnos, y también es un buen sitio para fotografiar algunos de los diferentes lagartos que abundan en la zona.
Desde Morondava podemos visitar el Parque Nacional Tsingy de Bemaraha, patrimonio de la humanidad por la Unesco. Este bello paisaje karstico se disfruta mucho haciendo la ruta entre sus formaciones calizas. Además durante el recorrido también puedes fotografiar nuevas especies de lémures. Aunque el parque se visita en un solo día, desde Morondava se necesita un día entero de coche para llegar al lugar, y otro día para volver.
Un viaje a Madagascar visitando todos estos sitios nos llevaría dos semanas. Si disponemos de más tiempo, hay otro parque en el norte que merece mucho la pena visitar, pues es la mayor área protegida de la isla con una amplia extensión de selva primaria. Se trata del Parque Nacional de Masoala. Tiene gran variedad de fauna, y es uno de los poco lugares en los que habita el aye-aye (Daubentonia madagascariensis), un lémur amenzado de gran rareza. Desgraciadamente no es nada fácil tener la fortuna de verlo. Pero hay otra mucha fauna por la que merece la pena visitarlo. Para llegar a este parque hay que ir en avión desde Antananarivo hasta Maroantsetra. El problema es que hay muy pocos vuelos a la semana, y puede hacerse complicado cuadrar el viaje de ida y vuelta. Además es un destino que no conviene dejarlo para el final del viaje, puesto que no es raro que la compañía aérea cancele el vuelo y no podamos volver a tiempo a Antananarivo para nuestro vuelo internacional.
Es difícil decir cuál es la mejor época para hacer fotos. Yo evitaría los meses de enero, febrero y marzo por ser la época de lluvias y ciclones. Con mucha lluvia puede ser bastante complicado fotografiar en la selva. Aunque varía de unas zonas de la isla a otras, en general la estación seca sería de mayo a octubre, por lo que también evitaría los meses de junio a septiembre por ser el clima muy seco, y temporada alta al coincidir con los meses de vacaciones en europa. Por tanto, mis dos alternativas preferidas serían alrededor de los meses de noviembre o de abril. Sería época intermedia, ni muy lluviosa ni muy seca. Por ejemplo, en abril están finalizando las lluvias, y estará todo más verde y bonito, además de tener más posibilidades de ver más especies de anfibios debido a la humedad. Yo estuve de finales de octubre hasta mediados de noviembre, y muchos lémures estaban con las crías, por lo que también es muy buena época para ir.
En cuanto al equipo fotográfico, un zoom medio como el 70-200 mm o un 100-400 mm serían los teleobjetivos más útiles en este viaje. Con un objetivo fijo como un 300 mm vas a perder versatilidad. Mucho mejor un zoom, pero no compensa llevar un objetivo muy pesado como un zoon 200-400 mm f/4, ya que tendrás oportunidad de fotografiar la fauna desde poca distancia, y no es recomendable cargar con tanto peso por la selva. El otro objetivo que no puede faltar es un objetivo macro, imprescindible para insectos, ranas, geckos, etc. Un gran angular nos vendrá bien tanto para paisaje como para la fauna en su entorno. En cuanto a la cámara de fotos, es conveniente que tenga un buen comportamiento a isos altos, ya que es un problema la falta de luz en la selva. Y también es muy recomendable llevar flash, un trípode, y filtros para las fotos de paisaje. Con esto ya estarías preparado para conseguir una buena galería de tu viaje a Madagascar.
Bonita variedad de fauna en esa zona. Es una lástima que, a los que nos gusta la fauna y la flora, esta mágnífica zona fotográfica esté un poco lejos.
Muy buenas fotos y explicación.
Un saludo,
Rafa
Con toda la información necesaria para los que nos gusta la fotografía de fauna y poder realizar ese viaje de ensueño.
Un saludo
Raimon.
Buen trabajo y gracias por compartir.
Los mejores deseos
Greg