Cuando oímos hablar de las Montañas Rocosas Canadienses no podemos evitar pensar en grandes montañas con infinidad de ríos, lagos, glaciares y abundante fauna salvaje. Y realmente impresiona cuando ves esas vastas extensiones de bosques de coníferas, y te imaginas la cantidad de osos que habitan en ellas. Se extienden por las provincias de Alberta y Columbia Británica, y allí encontramos dos grandes Parques Nacionales: el de Banff al sur y el de Jasper al norte. Otros dos parques también muy visitados, pero de menor tamaño son el Parque Nacional de Yoho y el de Kootenay.
Este viaje lo realicé en compañía de mis buenos amigos Fernando Prieto, Óscar Díez y Roberto Carlos Fernández. Saliendo de Calgary en nuestro coche de alquiler, enseguida llegamos a Banff. En este Parque Nacional es inevitable visitar el Lake Louise, debido a que es de muy fácil acceso, y además se pasa muy cerca cuando nos dirigimos a otro de los más famosos lagos de las montañas rocosas: el Moraine lake. Es sin duda uno de los más bellos lagos del Parque, y también es de muy fácil acceso, pues la carretera llega hasta el mismo lago y apenas hay que caminar. Por la orientación que tienen ambos lagos, es más recomendable fotografiar al amanecer que al atardecer.
Siguiendo hacia el norte dirección Jasper, llegamos a otro de los lagos de Banff que no nos podemos perder. Se trata del famoso Peyto lake, un lago de aguas azules turquesas situado en un precioso enterno a los pies de las montañas.
El Parque Nacional de Jasper es también muy visitado por los turistas, pero no tanto como el de Banff. Aunque en los dos Parques podemos encontrar mucha fauna salvaje, las posibilidades son mayores en Jasper. Hay muy buenas zonas para ver osos negros, alces, renos, caribúes, coyotes, etc. Uno de los mejores sitios para ver osos negros es siguiendo la carretera que va hacia el Maligne Lake, aunque se pueden ver conduciendo por cualquier carretera dentro del Parque.
Uno de los animales más emblemáticos de las Rocosas Canadienses son las mountain goats o cabras de montaña, que son endémicas de Norteamérica, y tienen un pelaje blanco muy llamativo.
Hay muchos miradores y puntos de interés en los que podremos ir parando para hacer fotos durante nuestro recorrido. Poco antes de llegar al pueblo de Jasper desde Banff nos encontramos las Sunwapta Falls y después las Athabasca Falls, un conjunto de cascadas de visita obligada que están junto a la carretera.
Muy cerquita de las Athabasca Falls sale la carretera hacia el lago Cavell, aproximándonos al Edith Cavell, uno de los picos más bellos para fotografiar dentro del Parque de Jasper.
Nosotros elegimos viajar en el mes de junio, cuando la primavera está en todo su esplendor. Concretamente fuimos en la segunda y tercera semana de junio. Y todavía en esas fechas nos encontramos con alguna carretera recién abierta, y alguna otra cerrada a la que sólo pudimos acceder en el viaje de vuelta a Calgary, trastocando ligeramente nuestro plan fotográfico inicial.
Pero nuestra visita a Canadá tenía otro objetivo muy claro, y era fotografiar osos grizzly en estado salvaje. El lugar elegido fue el Santuario de osos grizzly de Khutzeymateen. Un lugar completamente salvaje al que se llega desde Prince Rupert. No fue una opción barata, pero la experiencia de tener a los osos tan cerca mereció mucho la pena.
Sin duda, la travesía de las Rocosas Canadienses es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza más salvaje, y un destino ideal si eres un amante del trekking. Y, por supuesto, también es un lugar extraordinario para disfrutar intensamente de la fotografía de naturaleza.